martes, 27 de enero de 2009

Las amistades

Como casi toda España, me he apuntado al feisbuc (libro de cara) ese, mas por obligación que por necesidad, ya que varios amigos estaban y organizamos las cenas por allí.

La verdad es que antes me parecia una gran chorrada, digna de Gran Hermano, meter tus datos en una web que a saber quien controla, pero poco a poco estoy viendo sus ventajas. Igual un día hago una entrada sobre las redes sociales, y otra acerca del nivel de paranoia que tenemos gran parte de los informáticos que conozco.

El caso es que, pensando en estas chorradas, me he dado cuenta de que he perdido el contacto con gente con la que me llevaba muy bien, por azares del destino, por dejadez o quién sabe por qué; y, a la vez, que con gente con la que nunca habria creído que cruzaría mas allá de un "Buenos días", ahora son parte muy importante de mi vida.

También es cierto que el tiempo nos va cambiando a todos, y que los amigos van y vienen, aunque también es cierto que el núcleo central suele ser muy estable, reducido a 4-6 personas, y que el resto suelen ser los "satélites", a caballo entre los amigos verdaderos y los símplemente conocidos.

Me está quedando bien densa la entradita. El caso es que toda esta diarrea mental también era precisamente para el caso contrario. Por el camino, me he ido dejando gente con la que, sinceramente, no quiero volver a tratar. Quizás sea injusto, pero creo que todos tenemos figuras que preferimos no ver jamás, bien una ex-pareja, o un tipo especialmente desagradable, o un amigo que te traicionó, o un jefe cabrón.

O puede que alguien con el que creíamos nos llevabamos bien y perdimos el contacto, no quiera retomarlo porque somos una de esas personas "non gratas" para él.

El caso es que, a veces, el pasado está bien como está. Y no hay que remover mucho la mierda, porque huele...

Bueno, a los que me conoceis y leeis este blog (que no sois muchos), pensad precisamente que es lo que he puesto de etiqueta, una ida de olla. No la tengais muy en cuenta.

Y al resto, pues el blog es mío, y me lo follo cuando quiero. LOL

2 comentarios:

  1. Es lo que tiene el caralibro (o fuckbook que lo llama un personaje pensando que lo que pronuncia correctamente aaaggghhh, que te aparece cada "fantasma del pasado"... algunas apariciones son gratas, otras no tanto, y la más totalmente inocuas.
    Pero es lo bueno que tiene el cumplir años, el poder alejarte de gilipollas integrales, el perder el temor a llamar a las cosas por su nombre y a quedarte con tu círculo de amigos rollo reducto galo pa reir, pa llorar y pa lo que haga falta.
    Espesa que está una también...

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  2. No hablemos de estar espesos... El problema de esa gente non grata que estuvo o formó parte de tu vida a veces aparecen como fantasmas que se dedican a fastidiarte o bien aparecen como fantasmas que te recuerdan que la vida no es justa.
    Lo bueno como dice Lola es que el cumplir años hace que todo se mire desde con otra perspectiva y que realmente te quedes con aquellas cosas que te merecen la pena, lo malo de lo años es que a veces pierdes contacto con personas que sí merecen la pena, lo del facebook está muy bien para esos casos pero yo soy del tipo de informático que le sigue dando miedito las redes sociales... algún día me decidiré.

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